lunes, 22 de diciembre de 2008

Conciertazo de Ismael Serrano en Madrid

“De un tiempo a esta parte, llego siempre tarde a todas mis citas, y la vida me parece una fiesta a la que nadie se ha molestado en invitarme (…) Últimamente me cuesta tanto, tanto, tanto, no amarte”



Los años no pasan en balde para nadie. Para unos el paso del tiempo es mejor que para otros, aunque las hojas del calendario las vamos arrancando todos. Ayer fui a ver a una de esas personas que me demuestra que me voy haciendo mayor y que ya lleva 10 años acompañándome. Empecé mis vacaciones de Navidad en Madrid, viviendo una de esas noches mágicas a las que nos tiene (mal)acostumbrados Ismael Serrano. Esta vez la he vivido con Pablo en el escenario donde, hace 9 años y con otra gente, descubrí los directos de música, teatro y anécdotas de mi cantautor favorito.




“Tallando en cubitos de hielo futuro y promesas”



Recuerdo un día de hace ya muchos años, subiendo hacia Deyà en el coche de Javi Perelló, cuando conocí a Caperucita. No la caperucita roja del cuento, sino la caperucita que tan solo tiene 16 primaveras sin flores y ya ha sido denigrada por su padre, luego vendrá su marido y por la sociedad. Tras ese primer contacto con “Atrapados en Azul”, el primer CD de Ismael, llegaron las demás canciones y yo aterricé en Madrid, en el Estu, en el CEU. Conocí a Paloma, a Fu, a la Soci, a Gemma, Sofi, Sandra, Carmen, Pati, Podo, Pili, a Javi, el parque Almansa, Campus, el Iron y las fiestas del Chami… Conocí la vida fuera de casa y aprendí a valorar nuevas músicas con un significado más allá de la melodía, música en la que la palabra tiene más importancia que el tono, y me enamoré.


“Pero sucede también, que sin saber cómo ni cuándo, algo te eriza la piel y te rescata del naufragio”


El primer concierto fue todo un espectáculo. El Palacio de Congresos lleno hasta la bandera. Mucha gente joven y algún mayor con ganas de seguir disfrutando de la canción protesta, de sentirse el padre que cuenta “aquel cuento tan bonito de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia”. Tras ese han venido muchos, en Madrid y en Palma, incluso una comida-tertulia con él en el comedor de invitados del Chami y me acompaña en los momentos buenos y, principalmente, en los tristes. Y, por último, ayer. Volví al mismo escenario que la primera vez, con una entrada comprada hace más de 8 meses y con muchos nervios por la cita con Ismael después de 2 años sin verlo en directo.


“Agarrate de mi mano, que tengo miedo del futuro, Y detrás de cada huida estabas tú”


El concierto fue diferente a los demás. Reconocí a un Ismael más vivo, más alegre y encantado de estar en casa. Pero, principalmente, descubrí a la pareja perfecta para vivir un concierto suyo. Ayer, Ismael dedicó una canción a aquellas personas que estaban allí medio obligadas por el novio, o a la novia. Graso error ir sólo por acompañar. A un concierto de Ismael se tiene que ir gustándote, sabiéndote las canciones y preparado para sus historias. Por eso, con Pablo (y sé que a él le pasó lo mismo) viví tres horas de magia compartida que serán muy difíciles de igualar. Fue uno de esos conciertos que se te quedan grabados, con las canciones de siempre (y alguna ausente), con el público entregado y él, más todavía.


“Y ahora que te veo veo que aún arde la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde para nacer de nuevo, para amarte”

No sé cuándo tendremos otra gira. Supongo que ahora, tras 122 conciertos en España y Latinoamérica en poco más de un año, se tomará un pequeño descanso. Aquí estaremos esperándole para cambiar nuestros mundos un ratito, en Madrid o en Palma, al principio, en medio o al final de la gira. No sé ni cuándo, ni dónde, pero sí sé con quién. ¿Pablo, querrás acompañarme al próximo?

jueves, 18 de diciembre de 2008

Como la vida misma...

Un chico del PARTIDO, termina el bachillerato y no tiene ganas de estudiar nada.

Como el padre también es del PARTIDO y es un tipo con malas pulgas, lo aprieta:

- ¿Ah? ¿No quieres estudiar? Bueno, yo no mantengo vagos, así que vas a trabajar.

El padre, que tiene algunos amigos políticos dada su larga trayectoria, trata de conseguirle un empleo en LA JUNTA y habla con un amigo:

- Oye, Manolo, ¿te acuerdas de mi hijo? Bueno, acabó el bachillerato y no quiere estudiar por ahora. Necesitaría un puesto como para que empiece a trabajar mientras decide si va a seguir una carrera.... El asunto es que haga algo y no vaguee, ¿entiendes?

A los tres días llama Manolo:

- Oye. Que ya está, he encontrado algo para tu hijo. Asesor de la Comisión de Salud de la Junta. Unos 9.000 euros por mes. Está guay, ¿no?­

- ¡Nooo, Manolo! ¡Es una locura! Tiene que comenzar desde abajo.

A los dos días, de nuevo Manolo:

- Ya lo tengo. Le conseguí un cargo de Secretario Privado de un Diputado. El sueldo es más modesto, de 5.000 euros al mes.

- ¡No, Manolo! No quiero que la vida se le haga tan fácil de entrada. Quiero que sienta la necesidad de estudiar, ¿me entiendes? Si gana esa pasta no estudiará nada.

Al otro día:

- Tío, ahora sí, Ayudante del Encargado del Archivo, con algo de informática, claro que el sueldo se va muy abajo ... serían 2.800 euros, nada más.

- Pero Manolo, ¡por favor!, consigue algo más modesto. Es un niño aún. Algo de 500 euros.

- No tío, eso es muy difícil ...

- ¿Por qué?

- Verás ... esos cargos son por oposiciones, se necesita currículum, título universitario, masters ... ¿Me entiendes? ...



Yo sí lo entiendo. Cada vez que añado una cosa a mi currículum, mi sueldo baja 100 euros... Es más, a partir de ahora creo que voy a mentir en mis estudios, experiencia, idiomas, etc: Voy a empezar a quitar cosas, a ver si me contratan en algún sitio con un sueldo mayor al mileurismo.

martes, 2 de diciembre de 2008

Los colores del cielo

Cuando un niño pinta el cielo, lo suele hace de color azul. Pero, a medida que va creciendo, ese mismo cielo adquiere diferentes tonalidades. Unas veces depende de la imaginación del pintor y otras de lo que ha visto realmente.

En el caso del cielo mallorquín, hay infinidad de cuadros que muestran una bóveda multicolor, destacando los tonos morados y amarillos jugando con toda la paleta de intensidades. Alguien que no conoce la isla, puede pensar que el dibujante quería transmitir una sensación que puede ir desde el romanticismo más cursi al catastrofismo más puro. Pero, la realidad es que Mallorca presenta ese cielo y es una muestra clarísima de que la naturaleza es mucho más creativa que el hombre o la mujer más imaginativo.



Castell de Bellver visto desde Es Baluard



En otoño, estos cuadros naturales se repiten con asiduidad. Las variaciones constantes del tiempo en esta estación propician unos movimientos de nubes, unos cambios atmosféricos y unas condensaciones de agua en la atmósfera que favorecen la proliferación de estos espectáculos naturales que duran horas y a su vez, a medida que pasan los minutos, van cambiando como las figuras en un caleidoscopio.

El cielo visto entre un arco del Castell de Bellver


Últimamente, he podido ver el cielo de diferentes maneras. Siempre impresionante y siempre recordándome por qué no podía ser feliz en un lugar sin cambios de estación, con pocos días de sol y con mucho pero que mucho gris sobre nuestras cabezas.



Cielo anaranjado visto desde el aparcamiento de Carrefour

Hoy, el cielo está blanco, hace mucho frío y llueve. En el Puig Major hay nieve, los embalses están al 100% de su capacidad, los torrentes van cargados y las “Fonts Ufanes” han vuelto a reventar. A pesar de todo esto, y quitando mi medio bajón por llevar una semana con este tiempo invernal, el cielo me sigue recordando que es sólo una cosa pasajera y que en cualquier momento puede salir el sol…

lunes, 27 de octubre de 2008

Una imagen en mil palabras

Una imagen en mil palabras. Así se llama el concurso en el que participé con las mil palabras que dejo a continuación y que me inspiró la foto que acompaña al texto. No gané, pero ahora lo dejo aquí, para quien quiera leerlo...





Varada en la arena del puerto inicias tu aventura hacia esta nueva vida. Tus costillas, ya salen de las cuadernas, como dos ramas simétricas que crean el esternón que protegerá a los marineros y dará estabilidad en la navegación. Huesos construidos con maña, provenientes de esa madera tan nuestra y que se adaptan a marchas forzadas al mar. Estás creciendo desde dentro, creando la protección y soporte de todo lo que serás y ampararás los órganos más importantes que latirán en tu interior: el patrón y los marineros.

Nunca pensaste, siendo sólo un árbol, que serías capaz de dejar el bosque, de transformar tus cualidades para flotar, para surcar el Mediterráneo empujada por los vientos y por el embiste del motor. Dudo siquiera que pudieras imaginar el dejar de mover tus ramas al son del viento para acompasar tu movimiento al vaivén de las olas.

Cambiarás de danza y de música de fondo. Los cantares de las aves, los croares de las ranas y la armoniosa melodía de los insectos dejarán paso al sonido de los caballos del motor situado en tu popa. De vez en cuando, una manada de delfines pasará rozando tu proa mientras sus voces dan ritmo a tu marcha y te acomodarás al sonido y vibración de las poleas subiendo y bajando las redes.

Tu copa ya no da sombra, ni bajo tu tronco crece la verde hierba, ni tus raíces descienden tierra adentro en busca de agua y alimento. En breve tendrás toneladas de líquido salino sobre el que apoyarte y tu buena relación con el mar será fundamental para emprender esta nueva vida.
Será todo un cambio. Un cambio de uso. Un cambio de hábitat y una nueva aventura que tendrás que superar.

Las manos del artesano lijan las maderas para no dejar ni un asta suelta que pueda suponer un problema. Las maderas que te recubrirán se impermeabilizan dentro del taller y los planos que hace años necesitaba el astillero, ahora se encuentran dibujados en su cabeza y todos sabemos que no habrá ni una rendija entre tus lomos que pueda dejar paso a la entrada de agua indeseada.

Ya colocada tu estructura, como un bebé creciendo en el vientre de su madre, vas adquiriendo la forma de barca que te hará navegar durante años. En esa posición privilegiada que da ser construida en el astillero del puerto, contemplando las embarcaciones ya terminadas y oliendo el mar te acostumbrarás a lo que será tu vida dentro de muy pocos meses.
Las gaviotas se posan sobre ti, intuyendo el olor a pescado que en breve adquirirá tu cascarón y viéndote como una fuente de alimento fácil de conseguir. Los crustáceos que se pegarán a tu fondo te intuyen desde la orilla y los peces que capturarás crecen sin tener constancia de tu construcción.

Aunque faltan semanas para que tengas tu forma final, los que pasamos a tu lado también podemos imaginar las redes ocupando la borda y la emoción de tu dueño saliendo a la mar por primera vez. No te asustes cuando rompan una botella de cava en tu proa ni cuando notes el agua fría acariciándote. Todo eso serán buenas señales. Significará que ya has conseguido tu nuevo objetivo: ser una barca de pesca.

Serás el sustento para una familia. Arrastrarás las redes que pescarán rapes, merluzas, gallos, lenguados, calamares y alguna gamba que serán comidos por muchas personas. También morralla, que servirá de base para algún buen caldo de sopa o paella. Esperarás paciente durante los días de descanso, durante las horas de la noche en las que ocuparás tu embarcadero. Verás a gente pasar y pasear por la dársena que te compararán con otras embarcaciones. No te preocupes tampoco. Unas serán consideradas más grandes y bellas, otras más viejas y pobres. Pero todas tenéis vuestra función.

Los días de faena, te esperarán ansiosos a tu llegada a puerto. Cada día sorprenderás con más o menos pescado. Pero siempre habrá alguien esperándote en el amarre para comprobar cuánta captura traes. En la lonja se subastará tu trabajo y en casa de tu patrón y sus tripulantes agradecerán o maldecirán la productividad de esa jornada. Pero, por muy malo que haya sido el día, volverán. No te dejarán.

Algún día llevarás a los niños a pasear. Los 16 de julio te engalanarán para portar y pedir protección a la Virgen del Carmen, tu patrona. Puede, incluso, que llegue un momento en que te cambien tu funcionalidad inicial. Pero, ante todo, nunca olvides ver el mar como el medio para tu libertad.

Nunca te sentirás lejos de casa, porque tu casa será el agua salada. No importa el mar o el océano que surques porque sabes que cualquiera te puede llevar al puerto donde naciste y al que entraste por primera vez en contacto con tu nuevo hábitat.

Los días de buenaventura serán incontables y las capturas serán numerosas. Días de buena mar, con sol y calma en los que las diez horas de faena serán como un agradable paseo. Pero cierto es que tampoco estarán ausentes los días tormentosos. Las olas entrando por proa, babor o estribor que harán demostrar tu capacidad de escorarte sin volcar. El miedo se apoderará de todos, de los que van sobre ti y de los que se han quedado en tierra. Pero serás capaz de superar las peores tormentas y de volver sana y salva a puerto.

Tu capacidad será máxima. Tu trabajo será reconocido. Te someterán a constantes cuidados, a limpiezas de casco, a embellecimientos de la cubierta, a cambios de motor y de instrumentos de pesca. Pero esas costillas que ahora te vemos seguirán hasta que aguanten. Hasta que la vejez, el uso y la acción del mar les dé una merecida jubilación y te haga reposar otra vez sobre la tierra o, en el peor de los casos, sobre el fondo marino. Allí, en cualquiera de esas dos partes, tu madera se deshará y tú volverás a descansar sin moverte más del suelo.

viernes, 17 de octubre de 2008

Necesito escribir para mi

Necesito escribir para mí. Necesito contar mis cosas, mis ideas, plasmar las cosas que siento. Y, desde hace un tiempo, me falta el tiempo. Pienso muchas cosas, escribo borradores en mi cuadernito de Divinas Palabras que, con su “just write it” me invita a llenar hojas. Pero a mis días les faltan horas para poder pasarlo al ordenador y poder ir continuando con este blog que, aunque sin fiesta de aniversario, ya ha cumplido un año.

La verdad es que estos últimos doce meses han sido diferentes, en momentos largos (por no decir interminables), y en otros rapidísimos. En estos meses he pasado de ser una becaria infeliz con buen sueldo en la otra punta del mundo, a una proletaria mileurista y feliz en casa. He conocido a gente y he viajado mucho. He reído y he llorado, he querido y he maldecido. Y, lo más importante, he conocido a gente que me ha marcado para bien y para mal.

Ahora, con mi vida de pluriempleada, no tengo mucho tiempo para mis cosas. Cierto es que me paso el día escribiendo. Por las mañanas me encargan ponencias para un congreso, noticias para la web, para la revista, cartas para mandar a no sé dónde… Y por las tardes entro en el apasionante mundo de la Serra de Tramuntana y el proyecto para declararla Patrimonio de la Humanidad. Entre medias, a la hora de comer, mientras miro un poco la tele, cuando me meto en la cama o mientras estoy en rehabilitación (no es nada grave, simplemente que tanto trabajo me ha contracturado la espalda) me centro en intentar sacar las cinco asignaturas de publicidad que he cogido este semestre.

Así que, mi vida se centra en escribir, pensar y escribir más. Pero no de mis cosas y, aseguro que lo necesito. Por este motivo, no sé muy bien cómo, intentaré sacar unos minutos diarios para mis propias ideas, para los relatos breves que tengo en la cabeza o, simplemente, para copiar del cuaderno al Word todo lo que he ido esquematizando en cualquier momento. Ya veré si soy capaz.

jueves, 28 de agosto de 2008

Boda de Tita y Chema

Tita y Chema son un todo. Hace años que ya no los concebimos como individuos independientes. Son una de esas parejas que llevan “toda la vida” y que ya no te los imaginas por separado. Se adoran, se complementan y, a veces, también se cabrean. Pero, son, al fin y al cabo, una pareja hecha para estar juntos.




Por eso, el 16 de agosto y después de casi un año de saberlo, nos plantamos todas las amigas en la gran boda. Llevábamos meses pensando en cómo sería. Algunas habíamos visto fotos del vestido por internet, otra en vivo y en directo. Pero ninguna podía imaginarse lo guapa que iba a llegar a la cripta de Santa Cruz.



Casi con puntualidad británica entró en la iglesia del brazo de su hermano Biel y nosotras, sentadas en tercera fila, lo suficientemente lejos como para dejar espacio a los testigos y a la familia, y lo suficientemente cerca como para verle la cara en todo momento a los novios, nos emocionamos. Fue sólo la primera de las emociones de la tarde-noche. A continuación vendría la promesa de fidelidad y respeto de por vida, el ball de bot, el cuento de Juanjo y los aplausos dentro de la cripta.





Luego, el viaje en bus con Pedrito como auténtico protagonista y la llegada al Palau con la subida por las escaleras como si fuera una auténtica boda de gala. Aperitivos buenos, charlas de un rincón al otro del claustro, fotos muy nuestras, lanzamiento de ramo que, sin trampas ni pegarme con nadie, me tocó a mí, alguna que otra copa para empezar bien la noche y una cena exquisita. Gritos, aplausos, besos, regalos, nombramientos y alegría por los cuatro costados. Baile hasta las 5, numerito de la Jurado-Alemany, de Spears-Torres y vuelta a Palma en otro “vuelo” memorable.



De momento, no tenemos más bodorrios a la vista. Pero, la próxima, tendrá que esmerarse mucho para igualar esta.



Ahora, el nuevo matrimonio se pasea por Rusia celebrando su luna de miel y nosotras, esperando las nuevas de este viaje y de la experiencia de sus primeros 15 días como marido y mujer.

viernes, 22 de agosto de 2008

El síndrome Infanta Elena

El "síndrome Infanta Elena" es un estado emocional pasajero que se da cada cuatro años en individuos con una sensibilidad olímpica especial. Suele comenzar en la gala inaugural y termina con el apagado del pebetero olímpico. Para los españoles, el instante en el que el abanderado nacional pisa el estadio o el momento de encendido de la llama son claves para que se manifieste este síndrome diagnosticado en Barcelona’92 al hacerse famosa internacionalmente la imagen de la Infanta Elena llorando a moco tendido mientras su hermano, el Príncipe Felipe hacía su aparición sobre Montjuic.

Los síntomas que caracterizan esta afección son la lágrima fácil, la piel de gallina (o la gallina en piel, como diría Johan Cruyff), los escalofríos de emoción y la alegría o pena extrema ante estímulos de todo tipo y ante cualquier deporte, deportista o momento significativo que se dé durante los 20 días de competición.



Al ser pasajero, no precisa medicación, ni terapia especial. Es más, se recomienda sacar todas esas emociones que el mundo deportivo nos provoca.
No es contagioso, pero sí puede influir en él la genética y ser más patente entre familiares que padezcan adicción a las retransmisiones deportivas. En este último caso, pueden infectarse del síndrome hacia un deporte miembros que lo tienen hacia otro. Por ejemplo, puede darse un episodio de "síndrome Infanta Elena" durante la retransmisión de una entrega de medallas de ciclismo a un afectado principalmente en gimnasia.

Aunque normalmente es un síndrome que se manifiesta cada cuatro años y en un período de tiempo concentrado entre la inauguración y la clausura de los Juegos, está latente durante el período entre olimpiadas. Por este motivo, es fácil que los afectados por el "síndrome Infanta Elena" tengan episodios esporádicos de su enfermedad viendo otros acontecimientos deportivos ajenos a los Juegos.
Los individuos que no padecen, ni han padecido nunca un síndrome parecido, pueden considerarlo como un período de locura pasajera de sus conocidos y familiares. El hecho de que se cambie el horario del sueño y de la vida de los afectados para poder ver las retransmisiones televisivas en directo; el mero hecho de pensar cuando se enciende la llama que se va a ahorrar durante los próximos cuatro años para estar en la siguiente cita olímpica, o el dejar de lado la vida social para ver cualquier deporte que nunca antes se había visto, simplemente por el hecho de que un español opte a medalla, son también síntomas claros de la afección. Pero, como he diagnosticado antes, no es un síndrome grave ni supone un riesgo añadido para la salud.
De momento, aquí seguiremos con el síndrome en su estado más álgido, a la espera de las nuevas medallas que llegarán para la delegación española y con la idea de ahorrar lo posible y lo imposible para poder estar en Londres 2012, a ser posible con otras dos afectadas al 100%, mis hermanas Carmen y Margarita.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Contra la discriminación positiva

Ahora que tengo mi propio medio de comunicación internacional me voy a mojar hasta el fondo con un tema que lleva años indignándome: la discriminación positiva.

Antes de nada, quiero reconocer que soy una fiel defensora de la igualdad entre hombres y mujeres. Desde siempre he ido a colegios mixtos, he jugado con playmobil, con muñecas, a fútbol y he hecho gimnasia rítmica. Vamos, que tanto me daban las cosas de niños como de niñas. Es más, excepto en casa de mi abuela Luisa el día de Navidad, en el que las niñas ayudamos a quitar la mesa y fregar platos mientras los niños están sentados con los hombres (hecho por el que cada año protestamos), no he vivido en mis carnes la típica diferenciación entre sexos.

Como no he notado diferencias en la educación ni en las cosas que podía hacer o no hacer por el hecho de ser niña, no entiendo por qué ahora tengo que aguantar la “discriminación positiva” hacia mi género. Esos supuestos beneficios que tenemos las mujeres suponen una discriminación negativa hacia los hombres que no lleva a una igualdad de derechos, sino a una nueva diferenciación muy negativa.
Puedo entender que desde la Administración Pública se intente favorecer a las mujeres con hijos, a las separadas que deben reincorporarse al mundo laboral, o a aquellas que tienen alguna discapacidad. Pero no puedo admitir que por ser mujer tenga mayores beneficios sociales, fiscales y laborales que un chico con el que he crecido y me he educado. En igualdad de condiciones (joven menor de 30 años, emprendedor, con estudios o sin ellos, sin hijos, sin hipoteca…) por qué las mujeres tenemos más subvenciones, más ayudas y más facilidades para crear un negocio, por ejemplo.

Bueno, por no hablar de la normativa de las listas paritarias en política o de los altos cargos. En cualquier aspecto de la vida debería prevalecer la capacidad de uno por encima de su condición de hombre o mujer.

Hay que entender que el Mundo está sufriendo la mayor revolución social de su historia (mayor que la industrial) y que empezó hace poco más de medio siglo con la incorporación de la mujer en todos los ámbitos laborales. Además, las Universidades son coto casi privado de las féminas y en unos 20 años más, habrá muchas más mujeres que hombres ocupando puestos directivos en todas las grandes empresas. Pero, ahora, y más en España, la cantidad de mujeres que pueden asumir el mando por experiencia y capacitación, todavía no es el mismo que el de los hombres y no se debería obligar a que ocuparan unos puestos para los que hay hombres más preparados. Igual que, espero, dentro de esos 15 ó 20 años, no se obligue a tener que “colocar” a hombres para alcanzar la paridad. Porque, no lo olvidemos, ese es el gran miedo del género masculino ahora mismo…

Otro tema que me cabrea (y perdonad la expresión) por la discriminación que conlleva es el de ser socio o socia del Mallorca, del Málaga y del Valladolid. Estos tres son los únicos equipos de los 20 que componen la primera división de la Liga de fútbol Española que entre sus carnés de socio incorporan la opción de “mujer”. Normalmente, todos los clubes tienen unos descuentos especiales para jubilados, niños y jóvenes. Pero estos tres discriminan por sexo.

Sé que no es normal quejarse por algo que me cuesta menos económicamente, y más en época de crisis. Pero es algo que considero que incita a otras discriminaciones y, como he dicho antes, yo quiero la igualdad entre hombres o mujeres. O, ¿qué pasa, que cuando cumplo 25 años paso a entender entre 75 y 170 euros menos de fútbol que mis amigos con los que he ido siempre al campo? Si, como es mi caso, voy al fútbol por afición, no por acompañar a un hombre, ¿por qué tengo que pagar menos? Yo ocupo un asiento, grito, insulto, canto los goles, coreo los nombres de los jugadores, me alegro y me enfado igual (o más) que los hombres. Pero pago menos.

Como son principalmente los hombres los que no entienden esta postura mía y me dicen que “para qué te quejas si pagas menos”, me gustaría preguntarles a los que van a ver películas de amor, de estas moñas de mujeres, o a un concierto de Alejandro Sanz por decisión propia qué les parecería si pagaran menos en el cine sólo por ser hombres y considerarse que a esos espectáculos van simplemente para acompañar a sus parejas.

martes, 12 de agosto de 2008

La despedida de Tita

Tita se casa este fin de semana y, como es tradicional en estos casos, las amigas le organizamos una despedida de soltera increíble. En nuestro caso, pasamos de ordinarieces, de símbolos fálicos y de hombres pagados para que se desnudaran. Al contrario de todo eso, decidimos pasar un fin de semana tranquilo y en el que todas participáramos en Menorca.

Después de semanas de preparación y, sobre todo, de reír mientras pensábamos en qué hacer, cómo hacerlo y en la elaboración del material que nos teníamos que llevar, llegó el gran día. El viernes 25 de julio salimos todas antes de trabajar y nos reunimos en el aparcamiento del “moll vell” de Palma para tunear los coches, ponernos el uniforme y salir hacia el trabajo de Tita muy organizadamente.

Despedida Tita


Por supuesto, la novia ya había hecho sus cálculos en cuanto a qué fin de semana iba a ser el elegido para despedir su soltería. Pero no era consciente de la hora ni el día exacto en que pasaríamos por ella. Por eso, cuando de los coches (y de nuestras gargantas) oyó el gran éxito musical “Pepino, pepino”, se emocionó.

Cargados los dos coches hasta la bandera, y con los walkies en manos de las copilotos para mantenernos en contacto, partimos hacia Alcudia. Allí: primer modelito. Tita se convirtió en la azafata del barco que cualquiera desearía: rubia, con una micro falda y un chaleco de avión sólo apto para ser aguantado por una futura esposa. En el barco, mucho agua de valencia y un bingo bien divertido al que se apuntaron los demás pasajeros.

En Menorca, esa primera noche no salimos del hotel y la mitad de las amigas se hicieron un book con la novia que va a ser difícil de superar por el de verdad.

El sábado, nos tocó día de playa y, como Menorca es de las Baleares la más virgen y desconocida, nosotras nos vestimos de hawaianas para ir a la conquista de una de esas calas escondidas. Después de horas y horas a pleno sol, fuimos hasta la otra parte de la isla, Mahón para pasear un rato y cenamos a la inglesa y con pleno sol en la terraza del hotel para llegar a tiempo a ver los caballos de las fiestas de Fornells.

Vaya noche la de las fiestas. Nosotras, iluminadas por los pines chinos, con nuestros velos rojos, en plan cortejo nupcial, y la novia, como atracción principal. Lanzamiento de ramo desde el escenario, manteo y vuelo gracias a un grupo de chicos, streaptess gratuito ofrecido por unos chicos encantadores catalanes, pilladora número uno ampliando su agenda, el pobre Aleix recibiendo calabazas de tres de las once, mucho alcohol (para las que no tenían que conducir) y vuelta al hotel a una hora razonable.

El domingo, además de la visita al PAC para la inyección de primperán, la jornada fue tranquila en Ciudadela. Comida de adultos en el restaurante Ca’n Nito, compras para novios (las emparejadas), regalos de la novia para todas las amigas y un regalo muy especial para mí de todas ellas…

Ahora nos toca la boda y la promesa de que, aunque ninguna se case, cada año tenemos que hacer un viajecito para nosotras. Esperemos que se cumpla…

martes, 5 de agosto de 2008

El Canto del Loco - Concierto en Palma, 6 de julio de 2008

Hace ya un mes fui al, para mí, concierto del verano. Hacía más de dos meses que tenía entradas para ir a ver a Dani Martín y su banda, “El Canto del Loco” en Son Moix y la cita no defraudó. Es más, la Caixa (y los puntos de la Visa) me regalaron las dos entradas antes de renunciar formalmente a Colombia…

Con mi prima Margalida llegamos al recinto sólo dos minutos antes de que la estructura metálica situada sobre el escenario reflejara la evolución de un feto y arrancara “Personas”, la canción que da nombre al último CD del grupo. Tras esa, todo el repertorio de grandes éxitos y sus nuevas canciones coreadas por una masa de fans en la que, contradiciendo lo que yo imaginaba, había mucha gente mayor además de las quinceañeras asiduas a estos espectáculos.

El calor de esa noche, del domingo 6 de julio, era infernal, y nuestras pieles literalmente se “pegaban” unas con otras por la transpiración que producía la gran humedad del ambiente. Pero, aún así, nadie dejó de bailar y saltar durante las más de 2 horas que duró el concierto. “Por ti”, “Son sueños”, “Zapatillas”, “Puede ser” y un largo etcétera de canciones cantadas en los últimos años nos pusieron los pelos de punta en muchas ocasiones durante la noche.



Eso sí, sin duda, mi descubrimiento de la noche fue “el primo”. David Otero es el primo de Dani Martín y, todo hay que reconocerlo, es realmente el guapo del grupo. Además, se está descubriendo como un gran cantautor. Pongo aquí la canción “Todo lo hago mal” que he encontrado por Youtube de alguien que la grabó durante el concierto. No es, para nada, el estilo habitual de la banda, al contrario, se acerca más al estilo de otros de mis cantantes preferidos. Pero, como veréis, también tiene tirón entre las niñas…

lunes, 14 de julio de 2008

Bodas y despedidas



Un comentario de Gabriela en mi muro del Facebook me ha hecho volver a la realidad y ver que, realmente, dejar Bogotá ha sido una cosa buena para mi salud mental. Cierto es que ahora estoy mucho más feliz. Mi madre dice que “vuelvo a ser yo”. Desde que he llegado a Palma no paro, aunque en muchos momentos sea un no parar mental. Pero, principalmente, desde que he vuelto, sonrío constantemente y noto que la gente me ve feliz.

Uno de esos momentos de gran felicidad se produjo el pasado 28 de junio cuando María, mi mejor amiga, mi amiga de toda la vida, se casó. Sigue pareciéndome muy fuerte saber que ella y Alejandro ya son marido y mujer para toda la vida. Todavía me acuerdo de esos mails que nos mandó ella desde Monterrey (México) contándonos que se había enamorado de un colombiano guapísimo y como yo fui a comprobar que era cierto durante la navidad de 2004. Esos 18 días en México me hicieron ver que Alejo cambiaría a María para siempre, y así ha sido.

Como en toda boda, primero tuvimos su despedida de soltera correspondiente. Fue una despedida bastante relajada, en un hotel cerca de Palma con spa y sobre el mar. Eso sí, la pobre María, como buena novia, se dejó vestir con todo lo que le pusimos y eso que algún modelito era para no volvernos a hablar nunca jamás. Pero bueno, al final reímos todas, que era a lo que íbamos.



En cuanto a la boda, fue perfecta. Por supuesto, María estaba increíblemente guapa. Yo ya me emocioné cuando fui a ver una de sus pruebas del vestido. Pero verla llegar a Montesión arreglada y siendo la novia más guapa de la temporada (Tita, tú serás la novia más guapa de agosto) fue especial. Es la primera amiga que se casa y, encima, no es sólo una amiga. Llevamos juntas desde que nacimos y, supongo que por eso y por lo que se quiere a una amiga/hermana, todo fue más bonito.



La cena, en su casa, en Son Lluch también fue perfecta. El jardín y la zona de la piscina parecían que siempre habían acogido fiestas. Buena comida, buena temperatura, buena compañía, un poco de baile y autobus a Palma a las 4 de la madrugada. Para terminar la noche, un poco de marcha en Titos (he vuelto a prometer que no vuelvo allí) todos elegantes y hasta la novia con su vestido.

viernes, 13 de junio de 2008

Significado de Lluc


Después de otro mes de abandono absoluto de "mi medio de comunicación", hoy he encontrado una cosa que me apetece compartir por aquí. Bueno, primero de todo, decir que desde el lunes estoy trabajando en el departamento de comunicación del Colegio Oficial de Médicos de Baleares. Aunque tenía mis dudas sobre el trabajo, la verdad es que hay muchas cosas que hacer y creo que va a ser más divertido de lo que pensaba.


Bueno, pues hoy, mientras escribía unas páginas para una revistita que le daremos a los médicos jubilados el próximo 25 de junio antes de que se vayan de excursión al monasterio de Lluc, he encontrado de dónde viene mi nombre. Nunca lo había buscado y lo había dejado en que mi nombre viene de la patrona de Mallorca y ya está. Pues, a partir de hoy ya no será así.


El monasterio de Lluc está situad en un lugar considerado sagrado desde épocas prehistóricas. El topónimo "Lluc" indica el carácter sagrado que tiene. Proviene del latín Lucus, que quería decir "bosque sagrado", y se utilizaba en aquellos lugares donde ya en tiempos prerromanos se realizaban estos cultos de adoración a la Luna, o Lucida como se la llamaba, los cuales se realizaban en bosques de encinas que por aquel entonces predominaban en toda la isla y que aún hoy se pueden encontrar en la zona. Posteriormente estos ritos desembocaron en las fiestas Lucaries, que se celebraban durante cuatro días de julio al astro lunar en su templo del bosque. Posteriormente el topónimo fue derivado de Al-Luc durante la denominación árabe, Luc y Luch posteriormente hasta el actual Lluc. También se ha relacionado este nombre con la divinidad suprema precelta Lug, dios inventor y protector de aquellos que le adoraban que en tiempos cristianos fue asimilado al santoral como San Lucas (entre otros), al cual se le atribuye el tallar o pintar varias Vírgenes Negras, y su figura suele ir ligada a los lugares donde se venera alguna de estas imágenes, y lo curioso, es que Nuestra Señora de Lluc, es una virgen negra.


Pues nada, como dice la profesora que nos da un curso en el trabajo para obtener la certificación de calidad, "no te acostarás nunca sin aprender algo nuevo"

lunes, 12 de mayo de 2008

Vuelta a casa

Después de más de una semana de abandono total al blog, hoy escribo desde mi vuelta a Palma.

Por primera vez desde que llegué a Bogotá, tuve un vuelo de regreso sin ningún problema, al contrario, con el mejor premio que le pueden hacer a un pasajero de turista: pasarme a primera gratis. Para los incultos de clase ejecutiva como yo, es una gozada ese asiento reclinable por partes, con masaje en la espalda, un menú de restaurante bueno y con posibilidad de elegir platos y la pantalla táctil personal en la que puedes ver la película que quieras, pasarla, retroceder...
La llegada a casa ha sido muy buena en todos los sentidos. Ahora tengo unos días de vacaciones antes de empezar a trabajar en mi nueva etapa profesional. Pero llevo agenda en la que quedan muy pocos huecos. Vamos, que he vuelto a ser yo. Voy, vengo, quedo con uno, con otros, vibro con el fútbol en directo, soy la acompañante oficial de mi padre en sus citas culturales y me paso el día dándole vueltas a las miles de ideas que invaden mi cabeza.
A partir de ahora tendréis mis noticias desde Palma y prometo ponerme al día con todo lo de la semana pasada entre hoy y mañana. De momento, os dejo con una foto desde arriba de mis islas...

martes, 29 de abril de 2008

Lola y Rocío

Hay cosas que no se pueden dejar pasar. No tengo palabras, simplemente "y ya no digo más ná". "Porque España entera os debe la gloria del arte de España"

lunes, 28 de abril de 2008

Mi despedida en Andrés Carne de Res


Hoy, saliéndome un poco de lo normal en mí, voy a hablar de fiesta. Yo no soy muy de salir, y en Bogotá las ganas de marcha están más bajas que nunca. Pero, el viernes, tocaba celebrar mi despedida y fuimos a Andrés Carne de Res.

Al ser este mi último fin de semana en Colombia (sí, vuelvo a casa el 1 de mayo ya para quedarme), Lucía pensó que no podía irme de aquí sin conocer tan peculiar sitio. Y yo, como de una novia en su despedida de soltera, acaté sus órdenes y creo que me porté muy bien.

Andrés Carne de Res es, posiblemente, el sitio más conocido de todo Bogotá. Es un macrolocal en el que caben más de 1.500 personas entre las mesas y las pistas de baile. Además de comida típica colombiana y carne, mucha carne, la gente va a Andrés a “rumbear”. Así que comimos nuestra punta de anca y el lomo (solomillo español) con ron y cervezas. Debo decir que yo que no soy muy de carne, consideré que era buenísima la que nos dieron, igual que los chicharrones, las papas criollas, las arepas, los chorizos y demás.



El sitio es todo un espectáculo. Lleno hasta los topes de cachivaches. Cada mesa tiene sobre ella un corazón con un nombre y un número. Por estas cosas de la vida que no sabemos explicar, nos tocó el colibrí. Cuando lo vimos, a Lucía y a mí nos pareció muy significativo porque al llegar y mientras estábamos buscando casa como unas desesperadas vimos una de estas pequeñas aves revoloteando entre las flores de una de las casas que visitamos y las dos coincidimos en que era uno de nuestros pájaros preferidos.






Además de trastos por todo, Andrés creo que es famoso por los camareros tan guapos que tiene. Para que diga esto, con los pocos hombres interesantes que he visto en 7 meses, es que había muchos camareros interesantes. Nines, era un poc com s'Esponja però a lo grande!



Como era mi despedida, conseguimos que viniera un grupo de música que se pasea de mesa en mesa para celebraciones. Me pusieron una banda de "miss colombia". No, en serio, me pusieron una banda con la bandera de Colombia en la que pone "honores de la casa" y tocaron "És l'hora dels adeus"









La fiesta se prolongó hasta las 3, más o menos, bailando lo que pusieran y bebiendo ron Caldas. La vuelta en la camioneta que habíamos contratado fue un poco infierno. Pero, pese a ello, la noche valió la pena.



domingo, 27 de abril de 2008

Quiero una bici



"Busco a alguien que tenga una bici de paseo, con cesta delantera que no use y que se sienta tan generoso para dejármela durante una temporada. Si en vez de disponer de ella, tiene un ataque de Rey Mago descomunal, y me la regala, se lo agradeceré doblemente."


Este es mi anuncio hoy porque cada domingo pienso en lo mismo. En Bogotá, como en Quito, los domingos se cierran calles para convertirlas en ciclovías por las que las bicis, los patinadores y los paseadores recorren la ciudad sin necesidad de un vehículo motorizado. Cada domingo pienso en lo bien que me iría tener una bici (no aquí, en Palma) para pasear y, de paso, hacer un poco de ejercicio.

En Palma no tenemos esto, aunque haya plataformas que reclaman carriles bici. Pero disponemos de un Paseo Marítimo fantástico para ir de un lado al otro de la bahía sin bajarnos de las dos ruedas.

Ya lo decía Fernando Fernán-Gómez en su obra más conocida: "Las bicicletas son para el verano". Y yo quiero una para pasearme por las tardes primaverales por el paseo Marítimo, llegar hasta el Molinar con Tita y cotillear el Hola mientras nos tomamos una Coca-Cola light.

En Bogotá no hay verano y comprarse una bici para que te llueva la mitad de los días, no tiene gracia. Pero, en Palma, la cosa es diferente. En Palma miras por la ventana y más o menos puedes saber si ese día hará mal tiempo o no (excepción clara la del 4 de octubre con los tornados). Aquí, eso no pasa. Tú miras por la ventana y ves a gente con abrigo, otros con sandalias. Miras hacia el cielo y ves el sol. Pero, al cabo de una hora, se pone todo negro y cae un aguacero grande. Vamos, que el complejo de cebolla que hemos adquirido, está más que justificado.

Por todo ello, no quiero una bici aquí. Pero sí quiero una bici, de paseo y con cestita, en Palma. Una bici con la que pueda ir hasta el mercado y llevarme a casa cuatro frutas y verduras. Una bici que me permita sacar a pasear a ese perrito que me acompañará en mi re-aventura independiente. Una bici cómoda, bonita y práctica.

Así que, como este blog sigue siendo mío, hoy lo uso de portal de anuncios, por si a alguien, como he dicho al principio, le sobra una o tiene un ataque de generosidad. Quiero una bici para pasearme a partir del 2 de mayo por Mallorca y acepto también a cualquier acompañante que se venga por las tardes conmigo.

miércoles, 23 de abril de 2008

Papá, el abuelo Luis y el Día del Libro

En casa si hay un día de mi madre es el día de Reyes. Para ella, el 6 de enero es el día de la ilusión en estado puro. Incluso ahora que Carmen y yo somos mayores, sigue queriendo tenernos en casa ese día y, a ser posible, durmiendo allí y yendo a abrir la sala los cuatro juntos en pijama.

Para mi padre, además de la Semana Santa en la que es el “líder” del grupo que recorre calles y calles detrás de los pasos grandes, su otro día es Sant Jordi.

Yo recuerdo los 23 de abril como el día en que llegábamos del colegio y nos íbamos los cuatro a pasear por Palma buscando el libro que nos iba a regalar papá. Nuestra suerte es que, en casa, al contrario de lo que manda la tradición catalana (adoptada en esta ocasión), a las tres nos toca una rosa y un libro. Daba igual el libro porque ese día podíamos elegir el que quisiéramos. Durante años, cada Sant Jordi nos compraban libros de manualidades, de cómo hacer regalos, de gimnasia o de casitas de muñecas, los que nosotras elegíamos, sin restricciones. También cayeron muchos de Enid Blyton para mí y otros de Celia para Carmen. Normalmente, y no sé por qué, estos libros eran del puesto de la Plaza de Cort donde, enfrente del Ayuntamiento había (ahora hace años que no voy) una mesa que ocupaba toda la fachada principal.

El día del libro, en el que se conmemora el fallecimiento de Shakesperare y de Cervantes, muertos el mismo día 23 de abril de 1616, es una fecha en la que media Palma sale a la calle y eso significa que, si vamos los cuatro, no podemos avanzar en muchos sitios de la ciudad.

Me gusta, en estas celebraciones, ir por las calles y pararte a saludar a uno y a otro. Es agradable, también, que la gente te vaya mostrando sus adquisiciones de nuevas obras y es entretenido ver como mi padre ni mira de reojo ninguno de los “best sellers” expuestos en la primera fila de todos los puestos. Él se decanta por las últimas publicaciones locales. Le atraen las biografías de personajes mallorquines, las investigaciones sobre defensas militares y los libros que sólo cuatro como él leen. Eso sí, este año yo le he pedido uno de esos libros: Contraban, República i guerra de Pere Ferrer Guasp. La suerte, que sé que es más fácil que me regale este que el último de Carlos Ruiz Zafón. Es lo que tiene tener un padre así y es, sin duda, una suerte enorme.


Aprovechando que hablo del día del libro y de mi padre, no puedo olvidarme de mi abuelo Luis. La verdad es que no me acuerdo mucho de él porque murió cuando yo tenía sólo 2 años. Es más, los pocos recuerdos que tengo, como lo de que en Semana Santa nos daba “chupa tres días” menorquines a todos los nietos, o que yo era capaz de señalar el Bover, su libro de cabecera en la biblioteca no sé si son míos o si son adquiridos al escuchar tantas veces las mismas historias. Eso sí, ahora, que se celebran los 25 años de su desaparición con una pequeña exposición en la biblioteca pública, me llena de orgullo ser su nieta y ser consciente del legado que dejó en Mallorca. Además, me da rabia no poderle agradecer nunca lo mucho que me ha servido su trabajo para mi tesina final de carrera, para hacer otros trabajos sobre Mallorca o, simplemente, para curiosear sobre las distintas publicaciones periódicas que coleccionó.

Tengo ganas de saber más sobre él y sobre su trabajo y puede que este año me decida a hacer lo que hace años que me ronda por la cabeza: escribir su biografía. A ver si al llegar a Palma hablo con mi padre y con mi abuela y vemos si es viable.
Por cierto, dejo el artículo del Ultima Hora del lunes sobre la exposición. Esto, Rosita, sé que te gustará y que lo leerás encantada desde Montevideo.

Aerogal



Cuando vas a coger un avión con una compañía desconocida, dudas un poco de la calidad del servicio y de la infraestructura de la aerolínea.

Esa era mi sensación antes de viajar con Aerogal. Bueno, el miedo se me pasó al pensar que una compañía ecuatoriana estaba acostumbrada a hacer esos trayectos y que no pasaría nada. Efectivamente fue así.

Pero, no sólo fue bueno el viaje. La atención en el avión no la teníamos ni con Iberia hace 30 años (yo no lo conocí pero me lo imagino). Al subir, y antes de despegar, los azafatos pasan bandejas con jugo de naranja o champán para todo el pasaje. Además, como el avión no suele ir muy lleno, es fácil tener toda una fila para ti. Después de esta bienvenida, y pese a que el vuelo sólo duró 1 hora y cuarto, a la ida nos dieron de cenar (y comida bastante decente) y a la vuelta desayuno. Vamos, que Aerolíneas Galápagos (Aerogal) no ha descubierto eso de que si eliminas una aceituna de cada comida, al final del año, ahorras millones. Y yo, me quedo con los generosos, pese a que lo pagues antes.

Museo del sitio Inti-Ñan


A la salida de la Ciudad de la Mitad del Mundo se encuentra un museo muy interesante sobre las diferentes culturas indígenas ecuatorianas y sobre las propiedades de la línea ecuatorial. Entre las atracciones, pueden verse reproducciones de las casas indígenas en las que hay artículos usados por ellos, así como la vestimenta prehispánica y la que les impusieron los colonizadores.

Es un museo interactivo, en el que puedes probar de disparar con una cerbatana amazónica de más de dos metros (imprescindible ponerse las plumas en la cabeza). Puedes entrar en las casas y entender, en definitiva, un poco más la vida de los habitantes de estas tierras. Pese a lo que pueda parecer, muchas de las casas de los indígenas representadas en el museo siguen siendo iguales en la actualidad.



Además de las casas, en este museo se encuentra la línea del Ecuador calculada con GPS y, como hacían los antiguos habitantes del país, apuntamos nuestros pulgares (se supone que la parte del cuerpo que capta más energía) hacia el sol para que nos llenara.

Para demostrar las propiedades de la línea, la guía que nos mostró el museo realizó una serie de experimentos. Pese a lo que diga Grego sobre que el Ecuador no tiene la fuerza suficiente para poder cambiar cosas, yo estaba allí y vi que pasaban cosas raras.


En el Ecuador, además de pesar un poco menos, no tienes la fuerza que tienes en otras partes y, sobre la línea, es fácil que te superen, que coloques un huevo sobre un clavo o parecer una borracha intentando caminar en línea recta con los ojos cerrados. Yo sigo sin entender cómo se puede demostrar la fuerza de Coriolis que es, realmente, debido al punto de referencia en el que hacemos la observación. Estando en el hemisferio norte, el agua al irse por un desagüe va en sentido anti-horario, mientras que en el sur es horario. No sé muy bien cómo consiguen que esas cosas se vean con sólo dos metros de distancia entre un punto de prueba y el otro. Pero yo lo vi.





La mañana en el museo fue, sin duda, muy entretenida. De allí volvimos a Quito, comimos, pusimos la denuncia del robo a Eva y fuimos al mercadillo a comprar unas cosas.

Por la noche, cena con unos amigos españoles de Eva de la AECID y a dormir, que a las 4:15 sonaba el despertador para ir al aeropuerto.

martes, 22 de abril de 2008

Mitad del Mundo




La línea ecuatorial es la separación imaginaria entre el hemisferio norte y el sur. Bueno, imaginaria en todos lados menos en la Ciudad de la Mitad del Mundo. Allí, como si de un parque de atracciones se tratara, han construido un monumento a la latitud 0º en el que puedes poner un pie en cada hemisferio y dónde la fuerza de la caída perpendicular del sol se hace notar en las sombras.




Para llegar hasta la Ciudad de la Mitad del Mundo cogimos 3 autobuses y, en el segundo de ellos, a Eva le robaron el móvil y la cámara de fotos de una forma tan sutil que sólo nos enteramos cuando fue a llamar a unos amigos. Pero bueno, a pesar del mal rato, llegamos a nuestro destino. Paseamos un rato por la ciudad, nos hicimos fotos saltando de lado a lado y vimos unas danzas populares.






El monumento de la Mitad del Mundo se construyó en 1979 para conmemorar la primera misión geodésica que llegó a Ecuador en 1736 buscando confirmar la redondez de la Tierra y definir la zona del paralelo que divide el planeta en dos. A su lado, se edificó la Ciudad turística en la que se copió el estilo colonial, con su plaza mayor, el cabildo, y diferentes casas que albergan tiendas de artesanías y restaurantes. Además, en el mismo recinto, se encuentra una plaza de toros que, el domingo, acogía unos conciertos populares.




Precio del autobús: 15 centávos de dólar para ir y 40 de vuelta.

Precio de la entrada: 2 dólares

Quito

Dicen que Quito tiene uno de los cascos históricos mejores de Latinoamérica. La verdad es que no he visto muchos más. Pero sí sé que Quito tiene su encanto radicado en la autenticidad de sus calles, de sus iglesias y de su gente.
El sábado, Eva me llevó a conocer mil cosas de su ciudad. Por la mañana subimos al Pichincha y desde 4.100 metros vimos la capital ecuatoriana. Es una urbe inmensa, que se extiende durante kilómetros entre los valles de la cordillera andina. Si en Bogotá cuesta respirar, lo que es andar un rato por los caminos del Pichincha es casi una misión imposible. Aún así, lo conseguimos y, pese a que las nubes nos impidieron ver nada durante unos minutos, el resto del tiempo disfrutamos de unas vistas espectaculares. Y, como compensación por el esfuerzo realizado, me comí un algodón de azúcar que me supo a gloria.






Una vez bajamos del teleférico, nos dirigimos hacia el centro y nuestra primera parada fue la Basílica. Ésta es la iglesia más espectacular de Quito. Se ve desde cualquier punto de la ciudad por sus altas torres y hasta arriba subimos. Yo me he dado cuenta de que mi vértigo sólo sale cuando subo iglesias, porque la anterior vez que sentí que las piernas me iban a fallar estando en las alturas fue cuando subí a las torres de la Sagrada Familia. Pero, a pesar de mis males, llegué hasta lo más alto. Y valió la pena.





Tras reponernos del tembleque de piernas, paseamos por las calles del centro. Comimos camarones apanados (gambas gabardina o rebozadas) y seguimos viendo iglesias y plazas que, según indican los carteles, son la mayoría de los siglos XVI – XVII. Y, del centro, al Panecillo, a ver las vistas que nos quedaban.



Desde esta pequeña montañita vimos una gran humareda negra al sur de la ciudad que nos llamó mucho la atención. Al llegar a casa de Eva vimos en el periódico que era la discoteca en la que murieron 15 personas. En estas ciudades, las salidas de emergencia se cierran con candado para que no se deje entrar a gente sin pagar. En ese caso, encima, el techo estaba recubierto de colchones y no se les ocurrió otra cosa que lanzar fuegos artificiales dentro del recinto. Todo esto, durante unos conciertos a las 16:30 y con más de 200 personas en la discoteca que no tenía los permisos necesarios.