Por primera vez desde que llegué a Bogotá, tuve un vuelo de regreso sin ningún problema, al contrario, con el mejor premio que le pueden hacer a un pasajero de turista: pasarme a primera gratis. Para los incultos de clase ejecutiva como yo, es una gozada ese asiento reclinable por partes, con masaje en la espalda, un menú de restaurante bueno y con posibilidad de elegir platos y la pantalla táctil personal en la que puedes ver la película que quieras, pasarla, retroceder...
La llegada a casa ha sido muy buena en todos los sentidos. Ahora tengo unos días de vacaciones antes de empezar a trabajar en mi nueva etapa profesional. Pero llevo agenda en la que quedan muy pocos huecos. Vamos, que he vuelto a ser yo. Voy, vengo, quedo con uno, con otros, vibro con el fútbol en directo, soy la acompañante oficial de mi padre en sus citas culturales y me paso el día dándole vueltas a las miles de ideas que invaden mi cabeza.
A partir de ahora tendréis mis noticias desde Palma y prometo ponerme al día con todo lo de la semana pasada entre hoy y mañana. De momento, os dejo con una foto desde arriba de mis islas...
4 comentarios:
Y seguro que todo con una sonrisa de oreja a oreja, no?
Disfruta otra vez de tus islas, que tanto tiempo de "eterna primavera" bien lo merece.
Aunque que sepas que por aquí ha salido el sol de nuevo, y hasta ha dejado de llover, vaya novedad!!
Un besazo desde Quito!!
Lluc!!
Me alegro de que vaya todo bien. Ve apuntando en tu agenda una visita a Estocolmo!
Besos
Niña, actualiza un poco el blog, que nos tienes en ascuas!
Un beso!
Lluc¡¡¡¡¡ Has vuelto¡¡¡ Pues nada, hija, a ver cuando cuentas tus andanzas colombianas. Seguiré pasándome por el blog de vez en cuando, me ha gustado mucho (qué clase el nombre del restaurante: "Andrés, carne de res". Qué crack...).
Bienvenida a casa. Un beso¡¡
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