Hoy me tomaré la libertad de criticar una serie que ya me parecía penosa en su país de origen, Colombia y que, ahora, Tele5 ha hecho su propia versión. Sólo he sido capaz de ver 15 minutos del primer capítulo de “Sin tetas no hay paraíso”, pero me ha sobrado.
Antes de nada, quiero avisar de que voy a generalizar con este post y que no quiero que nadie, ni colombianas ni españolas, se sienta ofendida.
Esta serie, "Sin tetas no hay paraíso", transmite unos ¿valores? que en España las chicas jóvenes consideramos que se habían conseguido superar, pero que en Colombia siguen a la orden del día. Las españolas tenemos la suerte de sentirnos libres con nuestros cuerpos. Cada una tenemos nuestros complejos, las cosas que cambiaríamos de nuestro físico o los kilos que nos quitaríamos de un plumazo si pudiéramos. Es cierto que hay chicas jóvenes que se ponen silicona, hay anoréxicas, hay liposucciones en mujeres menores de 20 años. Pero todo ello por nosotras mismas, con las influencias sociales pero decidido por nosotras mismas. El problema es que en otras sociedades no es así, como es el caso de Colombia.
En este país, el regalo estrella de los 15 años de las niñas con dinero es un par de tetas nuevas. A las madres les da igual que a esa edad el cuerpo de la mujer todavía no está desarrollado del todo porque ellas también hace años que están pasando por el quirófano.
Las chicas que no han tenido “la suerte” de tener la plata suficiente en casa como para cambiarse el cuerpo pasan a ser las llamadas “prepago” y salen en busca de un hombre que le pague todo, incluidas las operaciones necesarias para alcanzar los cánones de belleza de este país.
Por último están las mujeres de un nivel cultural medio-alto que no se operan hasta que tienen a su primer hijo y, entonces, el marido las “compensa” con una liposucción y, ya que están en el quirófano, con esa grasa que les sacan del abdomen aumentan sus culos (colas en el argot local) y les recolocan los pechos algo caídos añadiéndoles unos centímetros más de los que tenían.
No nos engañemos, además de sus paisajes, de sus playas y de sus espacios verdes, Colombia es un destino sexual muy apreciado por los extranjeros y, en parte, el hecho de que las mujeres estén educadas para ser sumisas y estar siempre perfectas para el hombre, que no digan nunca que no directamente o que siempre respondan con un “si mi amor”, encanta al, a priori, más reacio. Si a esto sumamos el esfuerzo físico y económico que hacen para tener unos cuerpos de escándalo (o de plástico), la satisfacción del hombre aumenta.
Volviendo a la serie que quería criticar, no me parece vergonzoso el nombre, ni el tema en sí, ni que se trate el mundo de la droga y la prostitución como la forma más fácil y cómoda de salir de una situación económica mala. Es todo ello sumado a que las protagonistas tienen 17 años y esta es una edad en la que las mujeres somos muy influenciables. No digo que se censure la serie, pero sí que las cadenas empiecen a tener un poco de cabeza ante los contenidos que emiten porque no creo que la idea de promocionar una sociedad en la que las mujeres jóvenes pueden conseguir lo que se proponen gracias a un buen par de tetas sea lo más conveniente para nuestro país.
miércoles, 16 de enero de 2008
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1 comentario:
Completament d'acord!
Des des primer dia vaig pensar "vaja serie.." la vaig mirar fins a la mitat però vaig canviar de canal, no me va enganchar gens. Així que ahir me vaig decantar per el Mallorca (per cert, en Moyà que te pareix per jo? hem d'anar sumant candidats no? xD. I res, pots estar ben tranquila perque encara que tengui 17 anys no tenc en ment res de liposucció ni silicona per enlloc (encara, perk una liposucción mai se sap!).
Fora d'això, esper que tot segueixi bé. S'altre dia s emos va calar s'ordenador quan vam acabar de veure ses fotos d'Escòcia pero son precioses!
Un beso lluuuuc!
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