martes, 27 de noviembre de 2007

Las busetas

Tras una hora de masaje, media de bici y otra de Tai Chi, y mientras se hace la sopita de recuperación, me pongo con un post más relajado y positivo que el anterior. Me han dicho que estaba un poco negativa el sábado y hasta l’avi Lluïsa se ha preocupado preguntando si m’enyor . Así que hoy, teniendo en cuenta que no me ha pasado nada reseñable, voy a hablar de algo típico de esta ciudad y que nos tiene un poco alucinados: las busetas.




Partiendo de que en Palma no suelo usar el transporte público, que en Madrid cogía el metro por comodidad pero que prefería el autobús aunque tardara media hora más, y que en Roma el tram y el bus (siempre gratis) me llevaban de un sitio a otro, aquí se me hace raro desplazarme siempre en taxi. Pero, es que son taaaan baratos. Y, volviendo al tema del que hoy quería hablar, las busetas son como unos entes desconocidos. Sabemos que existen, las vemos constantemente, pero desconocemos por completo su funcionamiento. Pablo me consta que ya las ha probado, pero Lucía y yo en Bogotá no. Ella cogió una en Cartagena y creo que fue una aventura bastante interesante.



Aquí, lo que se ve es que no hay paradas fijas y los buses son cada uno de su padre y de su madre. Es decir, no tienen ni colores corporativos, ni marcas, ni edades. Por lo que nos han contado, son de pequeños propietarios que van a comisión y, por eso, se paran allí donde los solicitan. Por eso, conducir en esta ciudad se convierte en el “más difícil todavía”. Partiendo de que los intermitentes no funcionan a 2600 metros, las busetas realizan sus desvíos para recoger o dejar pasajeros sin avisar, con el consiguiente peligro de chocarte con ellas. Pero, como por arte de magia, no hay accidentes y los coches (carros en estas latitudes) se esquivan como en una pista de feria.



A ver si un día de estos consigo descifrar los carteles que llevan en la parte delantera las busetas y que, se ve, informan sobre su recorrido, y me subo en una de ellas.

Ahora, voy a sacar mi sopita del fuego, a ver un poco la tele y a dormir, que mañana debería trabajar un poco, que hoy me he vuelto a dedicar a “mis labores” en la oficina, entre ellas, hablar 40 minutos con mis padres y casi media hora con Carmen.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, soy aspirante a beca Icex y te leo desde hace unos días.
Sé por experiencia que lo más frustrante que puede haber es ir a la oficina para no hacer nada, pero bueno, aprovecha para buscar información que te pueda ser útil en el futuro (becas, empresas donde echar CVs, etc). Espero que te animes y que la cosa mejore.

Nos vemos en becariosicex.com ^^

carracuca dijo...

hola!! soy Raquel -la de aquel congreso de Nuevo Periodismo por tierras valencianas!!-. Q sepas que te leo y sigo tus aventuras colombianas con atención...
ánimo y a disfrutar!
bicos

Grego dijo...

Hola Lluc,
Al habla tu compañero becario... ni Pablo ni Lluc, el otro... como era... ah, si... Grego.
Te voy a tener que echar una reprimenda, porque siendo periodista y sentandote a mi lado ni siquiera me has preguntado por mi experiencia con las busetas.
La verdad que desde que volvi a Bogotá con la beca solo la he usado un par de veces, mas por flojera que por otra cosa. Pero cuando estuve acá en enero la usaba todos los días, y la verdad que lo único bueno que tienen es que son más baratas, porque por todo lo demás, son lentas, tienes que esperarlas, y saber descifrar los carteles de a donde van.
De todas formas, creo que voy a empezar a usarlas de nuevo.

Salu2

Anónimo dijo...

Bueno me alegra que se esten divirtiendo en Bogota mi tierra natal. Les cuento que las Busetas son una insignia y Bogotano "que se respete" sabe descifrar una cartel de Buseta y si no se da mañas para llegar a su destino. Asi que tan pronto sepas como coger (dijo tomar) una Buseta, seras tan Bogotana como los Rolos (nativo de Bogota). Me gustaría preguntarles que piensan los inmigrantes europeos de lo que esta pasando en Europa con los inmigrantes indocumentados?