Bueno, continuando con este diario, deciros que aquí ya nos hemos adaptado al horario colombiano. Hoy, domingo, nos hemos levantado a las 7 y cuando hemos salido de casa, sobre las 10 de la mañana (yo estaba viendo el Barça-Atlético cuando me han dicho que nos íbamos), daba la sensación de que era tardísimo. El ritmo de aquí es muy diferente al de España y los horarios de las comidas también. Suponemos que esto se debe a que amanece a las 6 y anochece 12 horas más tarde. Así que nos adaptamos a la luz del sol. En cuanto a la velocidad, sólo puedo decir que la pachorra es habitual aquí. Eso sí, todo el mundo es muy amable y simpáticos con nosotros (y creo que con todo el mundo).
Hoy hemos conocido el barrio Usaquén, el Mercado de las Pulgas y hemos comido en La Bombonera. La verdad es que las cosas aquí son bastante baratas. Lucia y yo nos hemos enamorado de mil chorraditas en el mercado, todas a muy buen precio. Eso sí, hasta que no tengamos piso, no podemos comprar nada. La comida, en un argentino bastante bueno, nos ha costado menos de 10 euros por cabeza!!! Vamos, que nuestra dotación económica va a dar de sí.
Mañana empezamos a trabajar y a seguir buscando piso, que eso es una odisea en esta ciudad. O son muy caros o son muy cutres. Además, la mayoría están sin amueblar, así que esperamos el milagro de encontrar 3 apartamentos individuales cercanos y habitables. En cuanto al trabajo, nos han dicho que el horario es de 8:30 a 16:00 horas y los viernes hasta las 14:00. Si es así, será bastante llevadero.
Pues nada, voy a ponerme con un trabajo de la carrera, que el miércoles tengo que mandarlo y todavía no he empezado.
Espero vuestros comentarios y/o emails informándome de vuestras vidas.
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